viernes, 28 de agosto de 2020

Las novias



No estaba enamorada de sí misma.
Aun no se conocía lo suficiente.
Se miraba con recelo en el espejo y observaba extrañada
aquellos grandes ojos azules que se miraban.
Sin reconocerse.
Sin comprenderse.
Sin saberse,
todavía.

No estaba enamorada de sí misma.
Pero solo lo confesaba en el taller de costura,
entre las risas juveniles,
en torno a la máquina de coser.
Que sí los hilvanes,
que si los pespuntes,
que un ojal por aquí
y un ribete por allá...
Que si hay que coger el dobladillo,
y también meter la sisa.
Mientras le tomaba la medida a la vida.

No estaba enamorada de sí misma.
Ya tenía edad pero,
aún miraba con tristeza
el reflejo de su imagen en la olla.
Mientras metía los platos en el lavavajillas,
y recogía las servilletas,
guardando las sartenes.
Para barrer aquella cocina en la que
planchaba,
cocinaba,
cosía,
vivía...

No estaba enamorada de sí misma,
pensaba mientras seguía con la mirada
a sus hijas que salían por la puerta.
Caminando hacia el futuro...
Y se despidió con un beso de su compañero que ya no estaba.
Al tiempo que se acercaba a la habitación
donde cuidaba las ausencias
Porque había entendido,
porque lo había sufrido,
sabía que el cuidado
es fiel compañero del adiós.

No estaba enamorada.
Pero decidió prometerse en matrimonio.
Consigo misma.
Para amarse.
Y cuidarse
Hasta que la muerte.
Lo permitiera.

**********


El lunes tuve la inmensa suerte de asistir a la proyección de la película “La boda de Rosa” y posterior conversatorio que se celebró en los Cines Golem de Bilbao. La actividad fue convocada por May Serrano, una de las mujeres que hace ya 9 años se casaron con ellas mismas en Bilbao.
Es curioso, pero la proyección revolvió mi memoria y recordé que cuando aquello sucedió tuve conocimiento de la boda gracias a la madre de un amiguito de mi hija. ¡Y me pareció una idea maravillosa!
En aquellos momentos Naroa tenía 7 años. Y yo ejercía de madre a tiempo completo. Cuando Natalia me hablo de aquella ceremonia en la que unas mujeres se iban a jurar “quererse a sí mismas” lo entendí perfectamente. Lo anhelé. Lo envidié. Pero no era mi momento.
El lunes fui al cine y la película me encantó. Pasé de la risa a las lágrimas y otra vez a la carcajada. Varias veces en un viaje entre el pasado y el presente con la pantalla de frente como un espejo en el que se reflejaban mis dudas, mis alegrías y mis penas, mis preocupaciones... Hoy Naroa tiene 16 años y Mari Tere, mi madre, 73. Todo era tan real. Tan cercano...
Al finalizar la proyección hablaron ellas. Las novias. En la sala había varías. Y nos compartieron su emoción. Algunas lloraron (e hicieron que nuestras lágrimas asomaran). Contaron sus experiencias previas y posteriores a la ceremonia. Nos hablaron de la incomprensión de muchos y muchas. De las acusaciones de egoísmo. De la duda ante la materialización del amor hacia sí mismas. Del temor y las dudas ante un ritual de compromiso que ha marcado sus vidas. Del mantenimiento del compromiso...
Las novias nos mostraron una experiencia en la que mirarnos quienes lo hemos dado todo y quienes no hemos dado todo. Un homenaje para revisar los cuidados. Dedicado a las hijas, a las madres, a las hermanas, a las maestras, a las amigas,... Pero sobre centrado en la reivindicación de una necesidad urgente. La del cuidado de nosotras mismas.
Gracias Iciar. Gracias May por ofrecernos esta oportunidad de Co-ser relatos audio-visuales que nos eduquen en el cuidado, el respeto y el amor propio.

Por Garbiñe Larralde para #LaBodaDeRosa CoserRelatos #CineyEducación #RegresoFeminista

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Bienvenido al espacio de comentarios.
Es el lugar en el que el Equipo de de coordinadores de Cero en Conducta comparte ideas, admite sugerencias o nuevas informaciones.
La redacción es sencilla como puedes apreciar y solo pedimos que sea en un tono respetuoso y que aporte perspectivas plurales al tema de la educación de los jóvenes de la Tribu.
Los adultos de la Tribu ahora tienen que educar incluyendo una cultura emergente que estamos creando, entre todos, al introducir la interacción virtual que nos facilita la tecnología.
Muchas gracias por compartir tu tiempo y tus comentarios